La voluntad de dios se puede encontrar en diferentes formas, colores y sabores. Ayer, no se si para mi dicha, logre experimentar la fuerza de Dios en sus dos extremos mas alejados. Inicio mis publicaciones Dominicales en este Blog hablándoles justamente de esto. Ayer pude ver los ojos llenos de esperanza en los rostros de quienes, en medio de un acto evangelista, lograban la ducha de entablar una relación con Dios, una relación personal, directa cargada de la alegría que los jóvenes le aportan a la vida y llena de la bondad de Dios en cada una de sus actividades.
Esto, si embargo, me lleno de contrariedad, pues en ese mismo lugar pude ver a jóvenes encontrarse con esa autoridad superior, divina, sobrenatural y sentir esa energía que poco a poco llena el espíritu y hace olvidar las desventuras, pero conociendo la forma de comunicación que dios tiene con cada ser viviente, que a mi parecer es en primera persona, ¿es necesaria la presencia de un intermediario entre Él y yo? Porque su voluntad es directa, si quiere un árbol, lo hace nacer, si quiere un día de sol, no le pide a nadie que lo cree por el simplemente amanece el mejor día jamás vivido.
Solo unos minutos después de haber salido de ese lugar, llego a la casa de una amiga a quien en horas de la mañana, en un accidente de transito le fallece su padre. He aquí la otra cara de esta “Voluntad Divina” El mismo Dios, la misma fuerza sobrenatural, crea con su misma energía, ahora, rosotas llenos de desesperanza, Dolor, miradas inundadas en esas ansias de conocer el por qué, justo ahora y justo de esa forma, y sin intermediarios, Dios hace su voluntad quitándole a quien, junto a la madre, es el ser mas importante de la ida de toda persona. Mirar a cada lado y ver personas buscando “por qué” entre lágrimas y gritos, es algo que aniquila toda alegría que un alma pueda tener, porque nadie, absolutamente nadie es capas de soportar sin doblarse a una mujer herida y sin dios arrancarse un grito desde lo mas profundo de su dolor.
Y así pasó mí tarde, sumergido entre los dos extremos mas alejados entre la dicha y el dolor, aprendiendo que como el Budismo predica, la mejor forma de vivir la vida es manteniéndose alejado de esos dos extremos, en ese Noble sendero que nos lleva a ser felices, manteniéndonos lo suficientemente cerca de la dicha extrema como para que nuestra alegría no se marche y la sonrisa no desaparezca, pero también manteniéndonos lo bastante cerca del dolor extremos para que no dejemos de sentirnos humanos, vulnerables ante la fuerza y voluntad de Un Dios Todopoderoso.
Este primer artículo no es instructivo, no es para iniciar una discusión religiosa ni mucho menos, es la forma que encontré de expresar el enorme desconcierto que creo en mi alma, el haber tenido que presenciar y estar tan dentro de ambos ambientes emocionales. A ustedes Bienvenidos a este nuevo intento de comunicación y gracias por haber aguantado todas mis letras. Espero sus comentarios y su próxima visita.
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